David McCallum y Katherine Carpenter se conocieron casualmente en una tienda de antigüedades. David estaba buscando un marco para una foto que había encontrado en un mercado de pulgas y Katherine estaba mirando algunas piezas de porcelana china. En un momento, Katherine se tropezó y tropezó con David, quien la agarró antes de que ella cayera al suelo. Katherine se rió y agradeció a David, y a partir de ahí comenzaron a conversar sobre sus intereses en común en la música clásica y la literatura. David se enamoró del encanto y la inteligencia de Katherine, y ella de la pasión y el talento del famoso actor británico. Se intercambiaron números y comenzaron a salir juntos, y eventualmente se casaron en una ceremonia íntima en una pequeña capilla en la campiña inglesa. Desde entonces, David y Katherine se han mantenido unidos a lo largo de los altibajos de sus carreras y de la vida en general, apoyándose mutuamente y disfrutando de una vida llena de amor y aventuras.
