David y Lois se conocieron en una fría noche de invierno en una estación de metro. David estaba esperando el tren cuando de repente se tropezó con unos escalones y cayó al suelo. Lois, que estaba sentada en una banca cercana, corrió a ayudarlo y a asegurarse de que no se había lastimado. David se sintió muy agradecido y los dos comenzaron a hablar, dándose cuenta de que tenían muchas cosas en común. Descubrieron que vivían en el mismo vecindario y decidieron intercambiar números telefónicos para verse de nuevo. Desde entonces, David y Lois se han convertido en grandes amigos y han compartido muchos buenos momentos juntos. Ahora, siempre recuerdan esa noche en la estación de metro como el momento en que sus vidas se cruzaron y comenzó su hermosa amistad.