Nos imaginamos que Debora y Stefano se conocieron en una cena de amigos en común. Ambos se encontraban en la misma mesa pero nunca se habían visto antes, hasta que en un momento de la noche, Stefano se levantó a buscar más vino y accidentalmente tropezó con Debora, derramando el contenido de su copa en la camisa de esta. A pesar del incómodo incidente, se disculpó y ofreció pagar por la limpieza de la camisa. Debora aceptó su gesto y ambos empezaron a conversar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, tanto en su vida personal como en sus intereses profesionales. A lo largo de la noche, no se separaron y al final de la cena, intercambiaron los números de teléfono para seguir conversando en el futuro. Así fue como se inició una hermosa amistad y eventualmente se convirtieron en pareja.
