David Niven y Deborah Kerr fueron dos actores británicos que trabajaron juntos en varias ocasiones a lo largo de su carrera. Su relación comenzó en 1950, cuando protagonizaron juntos la película "La esencia del amor" (The Astonished Heart) dirigida por Terence Fisher. La química y el talento de ambos en el filme llamaron la atención del público y la crítica, lo que llevó a una colaboración en otra película en 1953: "Julio César" (Julius Caesar) dirigida por Joseph L. Mankiewicz. En esta película, Kerr interpretó a Portia y Niven a Casio. Pero la colaboración más famosa entre ambos actores fue en la película "Vacaciones en Roma" (Roman Holiday) de 1953, dirigida por William Wyler y protagonizada por Audrey Hepburn y Gregory Peck. En esta película, Deborah Kerr no trabajó directamente con Niven, pero hizo el papel que originalmente estaba destinado a él, el de la princesa Anna. A pesar de que su relación fue principalmente profesional, David Niven y Deborah Kerr eran amigos cercanos y se respetaban mutuamente como actores. En su autobiografía, "The Moon's a Balloon", Niven escribió sobre el talento y la generosidad de Kerr como actriz, y la describió como "una gran compañera". En general, la relación entre David Niven y Deborah Kerr fue de colaboración y amistad, destacando su actuación en "La esencia del amor" y su participación indirecta en "Vacaciones en Roma".
