Dani y Freitas se conocieron por casualidad en una fiesta de playa en Rio de Janeiro. Ambos estaban pasando un buen rato, pero no se habían hablado todavía. Fue entonces cuando Denilson se acercó al grupo y se presentó, haciendo una broma sobre el juego de Brasil en el Mundial de ese año. Todo el grupo se rió de la broma y Dani lo agradeció con una sonrisa. Desde ese momento, todo empezó a encajar y empezaron a hablar de fútbol, de música y de sus vidas personales. Rápidamente descubrieron que tenían mucho en común, y no tardaron en intercambiar teléfonos y contactos de redes sociales. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y han trabajado juntos en varios proyectos. Lo que comenzó como una casualidad en una fiesta se convirtió en una amistad duradera.
