Un día soleado, Ricky García caminaba por la playa mientras escuchaba música en sus audífonos. Mientras disfrutaba del paisaje, alguien chocó con él y le hizo perder sus audífonos. Esa persona era Destiny Rogers, una talentosa cantante que se disculpó por el accidente. Ricky y Destiny comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchas cosas en común, ambos eran músicos y les encantaba crear melodías. Decidieron hacer música juntos y comenzaron a colaborar en canciones que pronto se convirtieron en éxitos. Desde ese día, Ricky y Destiny se convirtieron en mejores amigos, compañeros de música y confidentes mutuos. Siempre recordarán ese día soleado en la playa cuando se conocieron y cómo su encuentro fortuito los llevó a crear música increíble juntos.