Diane y Angus se conocieron en una cafetería en la ciudad de Nueva York. Diane estaba sentada en una mesa, escribiendo en su diario mientras tomaba un café. Angus entró y pidió un capuchino. Cuando se dio la vuelta para buscar una mesa, sus ojos se encontraron con los de Diane. Hubo una chispa instantánea entre ellos. Angus se acercó y le preguntó si podía unirse a ella. Diane asintió y rápidamente comenzaron a conversar. Descubrieron que ambos eran aficionados al arte, la música y la literatura. Intercambiaron información de contacto y prometieron mantenerse en contacto. Durante los siguientes meses, Diane y Angus se reunieron regularmente, asistiendo a exposiciones de arte y conciertos juntos. Su amor por las artes les unió aún más y comenzaron a salir como pareja. Ahora, años después, todavía recuerdan con cariño su primera reunión en ese café de Nueva York que cambió sus vidas para siempre.
