Diane y James se conocieron en una librería en el centro de Londres. Ambos estaban buscando un libro de poesía para un amigo en común y coincidieron en la sección de poesía clásica. James llamó la atención de Diane cuando la vio tomar un libro de William Wordsworth, su poeta favorito, y comenzaron a hablar sobre su amor por la poesía y la literatura. Descubrieron que tenían mucho en común y pasaron varias horas explorando la librería y discutiendo sus autores favoritos. Finalmente, decidieron ir a tomar un café juntos y seguir hablando. Fue una tarde perfecta, llena de risas y conversaciones profundas, que marcó el inicio de una amistad verdadera y duradera. Desde entonces, han compartido muchos libros, poemas y aventuras juntos, siempre recordando ese día en la librería como el momento en que sus vidas se cruzaron para siempre.
