Barbara y Diego se conocieron en una fiesta casual. En el momento en que se encontraron, hubo una chispa especial que los hizo sentir una atracción mutua. Rieron, charlaron y compartieron historias toda la noche. Mientras disfrutaban de las bebidas y la música, se dieron cuenta de que tenían mucho en común, desde su amor por los viajes hasta su pasión por el arte. Después de la fiesta, se intercambiaron números de teléfono y comenzaron a mandarse mensajes al día siguiente. Fue entonces cuando descubrieron que vivían en el mismo barrio y planean encontrarse de nuevo pronto. Desde esa noche en adelante, Barbara y Diego se volvieron inseparables. Pronto descubrieron que estaban enamorados el uno del otro, y comenzaron una historia que duraría para siempre.