Diego-pombo y Aline-rosa se conocieron en un pequeño café en el centro de la ciudad. Diego estaba en el mostrador ordenando su café matutino cuando Aline entró a la cafetería y se paró detrás de él en la fila. Diego notó su presencia por el aroma de su perfume y se volvió para mirarla. Se encontraron con una sonrisa y empezaron a hablar. Resulta que ambos eran fanáticos del mismo equipo de fútbol y se conocían de vista de los partidos. Empezaron a platicar sobre los jugadores y a intercambiar anécdotas de partidos pasados. La conversación fluyó tan bien que Diego invitó a Aline a sentarse junto a él y seguir hablando. Después de unas cuantas horas de plática y varias tazas de café, Aline y Diego se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Decidieron intercambiar números de teléfono y seguir platicando después. Unas semanas más tarde, Diego invitó a Aline a un partido de fútbol y desde ese momento se convirtieron en los mejores amigos. Años después, Aline y Diego aun seguían siendo los mejores amigos y aún se reunían cada semana en el café para compartir su amor por el fútbol y la vida en general.
