Diogo y Narciso se conocieron en un bar de copas cuando Diogo estaba de paso por la ciudad. Narciso tenía un grupo de amigos que se reunían allí todas las semanas, y Diogo se unió a ellos esa noche. Desde el primer momento hubo conexión entre los dos, y no tardaron en intercambiar números de teléfono y seguir hablando después del encuentro. Por otro lado, Sofia y Sousa se conocieron en un taller de cocina al que ambas habían asistido por casualidad. Les tocó hacer equipo, y desde el primer momento se dieron cuenta de que compartían una gran pasión por la comida y la cocina. Después del taller, siguieron viéndose para cocinar juntas y compartir sus mejores recetas, y poco a poco se convirtieron en inseparables amigas.
