Diego y Dolores se conocieron en una tienda de comestibles. Diego estaba buscando un paquete de galletas y Dolores estaba buscando una botella de agua. Sin darse cuenta, ambos llegaron al mismo pasillo y se encontraron cara a cara. Diego no pudo evitar notar lo hermosa que era Dolores y, nervioso, le preguntó si podía ayudarla a encontrar lo que estaba buscando. Dolores sonrió y aceptó su ayuda, agradecida. Desde ese momento, comenzaron una conversación y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Se intercambiaron números de teléfono y acordaron encontrarse para tomar un café. Y así comenzó la historia de amor de Diego y Dolores.