Don Fernando y Sabrine Maui se conocieron en un festival de música en la playa, ambos estaban disfrutando del sol y la música cuando sus miradas se cruzaron. Don Fernando, con su sombrero y su guitarra al hombro, le dedicó una melodía a Sabrine que la hizo sonreír. Desde ese momento no se separaron, caminaron por la playa, tomaron helados juntos y bailaron al ritmo de la música. Se dieron cuenta que tenían mucho en común, especialmente por su amor por la música y la aventura. Desde entonces, iniciaron una larga amistad que luego se convertiría en un romance apasionado.