Gary Oldman y Donya Fiorentino se casaron en 1997 y tuvieron dos hijos juntos, Gulliver y Charlie. Sin embargo, su matrimonio fue tumultuoso y se divorciaron en 2001. En 2001, Fiorentino acusó a Oldman de abuso durante su matrimonio, lo que él negó rotundamente. Fiorentino también alegó que Oldman había sido infiel durante su relación. El caso se resolvió en privado y se llegó a un acuerdo fuera de los tribunales. Años después, en una entrevista con Playboy en 2014, Oldman habló abiertamente sobre su matrimonio y su divorcio con Fiorentino, diciendo que había sido una época difícil y que su exesposa había sido "malvada" y "egocéntrica". También señaló que había cometido errores en su relación y que había trabajado para mejorar como padre para sus hijos. Desde entonces, Oldman se ha casado con la curadora de arte Gisele Schmidt en 2017 y sigue siendo un destacado actor en la industria del cine. Fiorentino también ha seguido adelante con su vida, trabajando como terapeuta y escribiendo un libro sobre su difícil infancia y su viaje hacia la sanación.