Un día, en una tienda de discos de Nueva York, Donyale-Luna estaba buscando vinilos de jazz cuando un joven italiano llamado Luigi-Cazzaniga se le acercó para preguntarle sobre su selección musical. Al notar que ambos compartían un gran amor por el jazz, comenzaron a hablar animadamente sobre sus artistas favoritos y terminaron intercambiando números telefónicos para seguir conversando en otro momento. Desde esa tarde mágica en la tienda de discos, Donyale y Luigi se volvieron inseparables. Pasaban horas y horas escuchando música en casa de Donyale, hablando sobre la vida y las artes, y soñando con el futuro. Luigi, un apasionado fotógrafo, tomó algunas fotos de Donyale para su portafolio y se convirtió en su amigo y confidente más cercano. Con el tiempo, Donyale comenzó a tener éxito como modelo y actriz, gracias a su belleza y su talento único. Luigi estaba muy orgulloso de ella y siempre la animaba a seguir adelante con determinación y fuerza de espíritu. Aunque la vida de Donyale-Luna fue breve, ella y Luigi-Cazzaniga se llevarán siempre en su corazón ese maravilloso encuentro en la tienda de discos, que marcó el comienzo de una amistad y una pasión compartida por el jazz y el arte.