Irving Penn fue un fotógrafo de moda que alcanzó gran reconocimiento en el siglo XX, mientras que Dorian Leigh Parker fue una modelo icónica de la misma época. La relación entre ambos se estableció en el ámbito profesional, ya que Penn fue el responsable de capturar en su lente las imágenes que popularizaron a Leigh en las portadas de revistas de moda y publicidad internacional. Penn logró destacar por su estilo minimalista y elegante, en el que empleaba fondos blancos y negros como escenario para resaltar la figura y la expresión de sus modelos. Con ese enfoque, logró crear una serie de fotografías inolvidables que dejaron huella en la historia de la moda y la fotografía. Por su parte, Dorian Leigh fue una de las primeras supermodelos de la historia, cuya belleza y elegancia la hicieron una de las preferidas de los diseñadores y fotógrafos de la época. La unión de ambos talentos en el campo de la moda dejó como resultado una serie de fotografías icónicas que hoy en día son consideradas verdaderas obras de arte. Además de retratar a Leigh, Penn también fotografió a otras destacadas modelos como Naomi Sims, Lisa Fonssagrives o Jean Patchett. Juntos, Penn y Leigh formaron un dúo creativo en la industria de la moda que dejó una huella imborrable en las páginas de las revistas y en la memoria de quienes las contemplaron en su momento.
