Dusty Springfield y Carole Pope se conocieron a principios de los años 80 en Canadá, cuando la cantante británica estaba grabando su álbum "White Heat". En ese momento, Pope era líder de la banda de pop-rock Rough Trade. Según relatos de ambos músicos, se sintieron atraídas y comenzaron una relación sentimental que duró algunos años. Durante su tiempo juntas, Springfield y Pope compartieron muchos momentos en el escenario y en la vida diaria. Por ejemplo, ambas cantantes participaron en el concierto "AIDS Rocks", en 1988, para recaudar fondos para personas afectadas por el VIH. Springfield se había convertido en un icono LGTBQ+ debido a su estilo andrógino y su apoyo a la comunidad gay, mientras que Pope ya era conocida por sus letras provocadoras y su activismo político. Sin embargo, la relación entre Springfield y Pope no fue fácil. De acuerdo con la biografía "Dusty: An Intimate Portrait of a Musical Legend", de Karen Bartlett, las dos mujeres enfrentaron muchos obstáculos, tanto internos como externos. Por un lado, Springfield luchaba contra la adicción a las drogas y al alcohol, lo que provocaba peleas y momentos de tensión con Pope. Por otro lado, la sociedad aún no aceptaba abiertamente las relaciones entre personas del mismo sexo, lo que implicaba cierto nivel de discriminación y marginación. A pesar de las dificultades, Springfield y Pope mantuvieron una amistad duradera que duró hasta la muerte de Springfield en 1999. En entrevistas posteriores, Pope ha hablado con cariño y admiración de la figura de Springfield como artista y como persona, destacando su talento, su pasión por la música y su compromiso con los derechos humanos.
