Un día, Ed y Georganne estaban paseando por un parque en la ciudad en la que vivían. De repente, ambos vieron a un adorable perro corriendo sin dueño y decidieron ayudar al cachorro a encontrar su hogar. Después de buscar durante horas, finalmente encontraron al dueño del perro y se hicieron amigos en el proceso. Desde entonces, han sido inseparables y siempre recuerdan ese día como el inicio de su amistad.