Eddie Fisher y Ann-Margret tuvieron una relación romántica brevemente en la década de 1960. Fisher estaba casado en ese momento con su segunda esposa, la actriz Elizabeth Taylor, y su relación con Ann-Margret comenzó mientras estaba en pleno proceso de divorcio. Los tabloides de la época cubrieron extensamente la relación entre Eddie Fisher y Ann-Margret, y se dijo que Taylor estaba furiosa por la situación. La relación no duró mucho y Fisher finalmente se casó con su tercera esposa, la actriz Connie Stevens. A pesar de la controversia que rodeó la relación de Fisher y Ann-Margret en ese momento, ambos se mantuvieron en buena posición profesionalmente. Fisher continuó su carrera como cantante y actor, y Ann-Margret continuó actuando y ganando reconocimiento por su talento. En una entrevista en 1994, Ann-Margret habló amablemente sobre Fisher y su tiempo juntos: "Fue muy agradable ... Realmente disfruté su compañía. Tenía mucho sentido del humor y era un hombre encantador".
