Eddie Fisher y Renata Boeck se conocieron en 1982, cuando Fisher se encontraba en un tratamiento de rehabilitación en la ciudad suiza de Lucerna. Boeck trabajaba en la clínica como enfermera, y se enamoró de Fisher a pesar de su avanzada edad. Fisher y Boeck se casaron en 1993, cuando ella tenía 33 años y él 64. La pareja vivió en Suiza durante varios años antes de mudarse a California. Sin embargo, la relación no fue completamente feliz. En su libro de memorias de 1999, Fisher admitió haber tenido varias aventuras extramaritales, y habló de su adicción a las drogas y el alcohol. Boeck también tuvo problemas de salud, y en 2001 sufrió un accidente cerebrovascular que la dejó en coma. Fisher se dedicó a cuidar de su esposa durante sus últimos años de vida, y se mantuvo a su lado hasta su muerte en 2001. La pareja fue enterrada junta en el cementerio de Forest Lawn en Los Ángeles.
