Fue en el invierno de 2009, en una cafetería de Budapest, donde Edina-Balogh e Imre-Martha se conocieron por casualidad. Ambos estaban ordenando su café cuando se dieron cuenta de que estaban en la misma fila. Imre-Martha, quien siempre fue un chico curioso, decidió entablar una conversación con ella. Edina-Balogh al principio estaba un poco escéptica, pero pronto se dio cuenta de que Imre-Martha era muy amable y divertido. Comenzaron a hablar sobre sus intereses y descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por el arte y la música. Después de terminar sus cafés, Imre-Martha le preguntó a Edina-Balogh si le gustaría ir a una exposición de arte en la que había estado interesado, y ella aceptó. Allí pasaron la tarde discutiendo sobre las obras de arte, y desde entonces se volvieron inseparables. Desde ese día en la cafetería, Edina-Balogh e Imre-Martha han recorrido juntos un largo camino, incluyendo la realización de proyectos creativos e incluso han viajado juntos a lugares exóticos. A pesar de que se conocieron por casualidad, ambos sienten que el destino los unió para siempre y nunca olvidarán cómo se encontraron en aquella cafetería en Budapest.
