Diego y Edsa se conocieron por casualidad en un evento de moda en la ciudad de Madrid. Edsa, modelo habitual en ese tipo de eventos, se encontró en el backstage con Diego mientras preparaba su desfile. Los dos entablaron una conversación amistosa y descubrieron que compartían gustos en cuanto a música, cine y arte en general. Terminado el desfile, decidieron continuar la charla en un bar cercano y allí pasaron la noche hablando animadamente. De aquella casualidad nació una bonita amistad que con el tiempo se fue transformando en algo más.