Eduardo y María José se conocieron en una exposición de arte en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Ambos estaban observando una pintura de Frida Kahlo cuando se dieron cuenta de que estaban de pie uno al lado del otro. Eduardo decidió presentarse y comenzaron a hablar sobre la obra de arte y su amor por el arte mexicano. Con el tiempo, descubrieron que tenían mucho en común y comenzaron a salir. Pasaron las tardes en el Museo Nacional de Arte y visitaron muchas galerías y exposiciones juntos. Con el tiempo, se enamoraron y comenzaron una relación feliz y llena de arte. Ahora, su casa está llena de hermosas pinturas y esculturas que han coleccionado juntos.
