Eduardo Costa Singer y Adriana Sant Anna se conocieron en una noche llena de música y alegría. Ambos se encontraban en un concierto de rock en la ciudad de São Paulo, Brasil. Mientras la banda tocaba una de sus canciones más famosas, Adriana notó que Eduardo cantaba cada verso con gran pasión y energía. Fue entonces cuando decidió acercarse a él y presentarse. Eduardo quedó impresionado por la belleza de Adriana y su amor por la música. Los dos comenzaron a charlar sobre sus bandas favoritas y pronto descubrieron que compartían una gran afinidad musical. Desde esa noche, Eduardo y Adriana se convirtieron en inseparables amigos y compañeros en la música. Juntos crearon algunas canciones increíbles y actuaron en muchos conciertos en todo el país. Su amistad solo se hizo más fuerte con el tiempo, y nunca olvidarán esa noche en la que la música los unió para siempre.
