Un día de verano, Edward-Cronjager-Born-1960 y Muriel-Finley coincidieron en el parque mientras ambos disfrutaban de un libro a la sombra de un árbol. Al percatarse de la coincidencia, Edward no pudo resistirse a iniciar una conversación con Muriel sobre su libro, lo que llevó a una charla animada sobre literatura y filosofía. Desde ese día, los dos se encontraron regularmente en el mismo lugar para compartir lecturas, ideas y discutir sobre el mundo que les rodeaba. Así, fue naciendo una amistad sólida y duradera, basada en el respeto mutuo, la pasión por la cultura y la curiosidad por descubrir nuevas formas de pensamiento.