Edward y Elizabeth se conocieron en un evento benéfico en Nueva York. Mientras ella estaba hablando con amigos en una mesa, Edward se le acercó y le preguntó si le gustaría bailar. Al principio, Elizabeth estaba sorprendida, pero aceptó la invitación y pasaron toda la noche juntos bailando y hablando. A partir de ese momento, comenzaron a verse regularmente y rápidamente se enamoraron. Edward quedó fascinado por la inteligencia y la belleza de Elizabeth, mientras que ella se sintió atraída por su encanto y su espontaneidad. Desde entonces, no han dejado de estar juntos y su amor ha ido creciendo más fuerte cada día.
