¿Quién queda con quien?

Eileen Abad y Carlos Guillermo Haydon

¿Cómo es la relación entre...?

¿Están juntos...?

Eileen y Abad se conocieron en una tienda de antigüedades mientras buscaban regalos para sus seres queridos. Ambos estaban buscando algo especial y único, por lo que terminaron explorando la misma sección y chocaron de frente. Después de unos tropiezos y risas, comenzaron a hablar y a compartir intereses mutuos. Descubrieron que ambos eran fanáticos de la historia y la cultura, y comenzaron a intercambiar historias fascinantes. Conectaron instantáneamente, y se dieron cuenta de que tenían una gran energía y química juntos. Ambos decidieron que no querían irse sin uno de esos regalos únicos, así que continuaron explorando juntos. Acabaron encontrando dos piezas increíbles que eran perfectas para sus seres queridos. Mientras se dirigían a la salida, Abad le preguntó a Eileen si le gustaría tomar un café y charlar un poco más. Eileen sonrió y aceptó, reconociendo que había algo especial en ese encuentro casual. Carlos y Guillermo Haydon se conocieron en un vuelo hacia Argentina. Ambos se encontraban sentados en asientos contiguos y se pusieron a charlar durante una parte del viaje. Poco sabían en aquel momento cómo esta reunión casual iba a cambiar sus vidas. Carlos se dio cuenta rápidamente de que Guillermo era un ser humano excepcional. Él era amable, inteligente y tenía una pasión contagiante por la vida. Guillermo, por su parte, estaba intriga con la visión creativa de Carlos. Había visto su trabajo como artista en línea y estaba impresionado por su habilidad para capturar la belleza del mundo a través de su arte. Durante el resto del viaje, compartieron más sobre sus vidas y descubrieron que tenían mucho en común: la música, el arte, la cultura, y su amor por las pequeñas cosas que le daban color a la vida. Finalmente, ambos llegaron a su destino y se despidieron como amigos. Pero algo en esa reunión casual les había cambiado a ambos. Comenzaron a seguirse en línea, comunicándose a menudo y compartiendo sus últimas inquietudes. Poco a poco, ese vínculo se fortaleció y, finalmente, Carlos decidió que era momento de tomar el gran paso. Le pidió a Guillermo que se conocieran en persona de nuevo. Esta vez, no había límites de tiempo ni de espacio. Lo demás, como se suele decir, es historia.