Un día soleado y caluroso en el campus universitario, Rachel estaba sentada en el pasto con su grupo de amigos cuando vio por primera vez a Elias. Él estaba entrenando en la cerca de metal y su cuerpo sudoroso brillaba al sol. Rachel se sintió atraída por la determinación en su rostro cuando intentaba superar cada obstáculo. Rachel no podía apartar los ojos de él. Al final del entrenamiento, Elias se acercó a ella para pedirle que le prestara su botella de agua. Rachel se sonrojó cuando él la miró directamente a los ojos y le agradeció con una sonrisa. A partir de entonces, comenzaron a encontrarse durante sus entrenamientos en el campus y a hablar sobre sus intereses compartidos. Pronto se dieron cuenta de que no solo tenían una pasión por el deporte, sino que también compartían una pasión por los viajes y la cultura. Después de unos cuantos meses de salir juntos, Elias sorprendió a Rachel con un viaje a su país de origen, Grecia. Fue una aventura inolvidable, llena de experiencias nuevas y emocionantes que sellaron su relación para siempre. Desde entonces, han estado juntos y han explorado el mundo juntos, siempre evocando aquel primer encuentro inesperado en el campus universitario.