Elizabeth Anderson era una experimentada entrenadora de caballos y conocida en todo el mundo por su habilidad para criar y entrenar a estos elegantes animales. Un día, mientras estaba en una feria ecuestre importante en Kentucky, conoció a Michael Glenn Martin. Él también era un entrenador de caballos y como él mismo afirmaba, un hombre tan dedicado a su trabajo como ella. Después de hablar por un rato, ambos se dieron cuenta de que tenían mucho en común y compartían una verdadera pasión por la cría y el entrenamiento de caballos. Así comenzó una amistad duradera que eventualmente se transformó en una relación más profunda. Juntos, Elizabeth y Michael se convirtieron en una potencia imparable en el mundo ecuestre, atrayendo a muchos clientes importantes y construyendo una reputación impresionante. Ahora, como pareja feliz, continúan trabajando juntos, ayudando a los caballos de todo el mundo a alcanzar su máximo potencial y construyendo un futuro juntos en el mundo de la equitación.
