George Wyndham, el tercer conde de Egremont, tuvo una relación con Elizabeth Ilive en el siglo XVIII en Inglaterra. Elizabeth Ilive era de origen humilde pero se convirtió en la amante de Egremont. Tuvieron tres hijos juntos, pero Egremont nunca reconoció públicamente a los hijos como suyos. La relación entre Egremont e Ilive no fue bien vista por la sociedad de la época y causó controversia. Egremont fue criticado por tener una relación con una mujer de origen humilde fuera del matrimonio y por no reconocer a sus hijos. Sin embargo, Egremont le proporcionó apoyo financiero a Ilive y los hijos que tuvieron juntos. A pesar de la polémica, Egremont fue un importante político y mecenas de las artes en su época. Fue propietario de una extensa finca en Petworth, Sussex, y coleccionaba obras de arte y literatura. Trabajó para mejorar las condiciones de vida de los campesinos en su finca y se interesó por el movimiento de las artes y oficios. Elizabeth Ilive vivió con sus hijos en una casa en Petworth proporcionada por Egremont. Después de la muerte de Egremont en 1837, el hijo mayor de Egremont y Ilive, George Wyndham, heredó el título de conde de Egremont y las propiedades de su padre. Sin embargo, las propiedades y la finca de Petworth fueron vendidas para pagar las deudas de Egremont. Ilive murió en 1843.
