La relación entre George Wyndham, tercer conde de Egremont, y Elizabeth Lamb, vizcondesa de Melbourne, fue una de las más notables del siglo XVIII en Inglaterra. Ambos eran miembros destacados de la alta sociedad de la época, y se conocieron a través de su afición a las artes y la cultura. Wyndham era un destacado coleccionista de arte y apasionado por la literatura, mientras que Lamb era conocida por su refinamiento y buen gusto. A pesar de que Wyndham estaba casado en el momento en que conoció a Lamb, se enamoró profundamente de ella y comenzaron una relación clandestina que duró varios años. Lamb era conocida por ser una mujer de gran inteligencia y carisma, y muchos de los hombres más influyentes de la época cayeron bajo su hechizo. A pesar de que la relación entre Wyndham y Lamb fue conocida por la alta sociedad y causó un gran escándalo, ambos continuaron viéndose en secreto y mantuvieron una correspondencia regular en la que expresaban su amor mutuo. Tras la muerte de Wyndham en 1845, se descubrió una caja con cartas y notas que había intercambiado con Lamb durante su relación. Estas cartas han sido descritas como una de las más conmovedoras y apasionadas colecciones de correspondencia amorosa en la historia británica. A pesar de la duración y la intensidad de su relación, no se sabe con certeza si Wyndham y Lamb llegaron a consumar su amor físicamente. Según algunas fuentes, Wyndham fue impotente durante gran parte de su vida adulta, lo que podría haber obstaculizado sus planes para llevar su relación con Lamb al siguiente nivel. A pesar de las dificultades que enfrentaron, la relación entre George Wyndham y Elizabeth Lamb fue una de las más interesantes y conmovedoras de la época de la Regencia, y sigue siendo objeto de estudio y fascinación en la actualidad.
