Elizabeth Taylor y Michael Todd se casaron en 1957, después de que Taylor terminara su relación con el actor británico Michael Wilding. Todd, un productor de cine y teatro, ayudó a Taylor a superar su adicción a los medicamentos recetados y se convirtió en su mentor y amigo cercano. Los dos trabajaron juntos en varias películas, incluyendo la producción de Todd de la adaptación de "La vuelta al mundo en 80 días" (1956), en la que Taylor tuvo un pequeño papel. También fundaron la productora cinematográfica "The Elizabeth Taylor Company". El matrimonio tuvo una hija, Liza, pero su felicidad se vio truncada cuando Todd murió en un accidente aéreo en 1958, durante una gira de promoción de "La vuelta al mundo en 80 días". Taylor estaba devastada por la pérdida y su duelo fue intensamente publicitado. Después de la muerte de Todd, Taylor se casó otras siete veces, pero siempre recordó a su tercer esposo como el amor de su vida. En sus memorias, escribió sobre Todd: "Fue un hombre de gran fuerza, coraje y visión. Era brillante, innovador, creativo, ingenioso y talentoso". Taylor mantuvo la amistad con la familia de Todd y en su testamento, dejó una parte de su fortuna a la familia de su tercer esposo. La relación entre Taylor y Todd es recordada como una de las más duraderas y profundas de la vida de la actriz.