Elliot-Silverstein y Evelyn-Ward se conocieron en un café local en el corazón de la ciudad. Los dos estaban en sus propios asuntos, concentrados en sus portátiles y tomando sorbos de sus bebidas. De repente, un gran ruido interrumpió el silencio y el café entero empezó a temblar. Evelyn, sorprendida, saltó de su silla y se dio cuenta de que algo había chocado en la puerta del café. Elliot, quien estaba sentado en la mesa de al lado, también se levantó para investigar qué había sucedido. Al acercarse a la puerta, Elliot encontró a Evelyn tratando de mover una gran caja que había caído desde una camioneta. Con una sonrisa y un guiño, Elliot le ofreció su ayuda para mover la caja a un lado y poder abrir la puerta del café de nuevo. Después del pequeño incidente, Elliot y Evelyn empezaron a platicar, descubriendo que tenían muchas cosas en común. Así es como empezó su amistad, y eventualmente, su romance.
