Un día soleado en Sydney, Australia, Emily-Browning caminaba por la calle cuando vio a un joven chico tocando la guitarra en una esquina. La voz de Max Turner era cautivadora y Emily se detuvo a escuchar. Después de escucharlo durante varios minutos, Emily se acercó y le preguntó si alguna vez habían tocado juntos antes. Max sonrió y dijo que nunca había tocado con nadie más que él mismo. Emily, que también era cantante, le pidió que tocaran juntos una canción improvisada. La química entre ellos fue instantánea y después de esa tarde, decidieron formar una banda juntos. Desde entonces, Emily y Max han estado haciendo música juntos y se han convertido en uno de los dúos más populares en la escena musical de Australia.
