Emma Bardac y Claude Debussy mantuvieron una relación amorosa en épocas en las que la infidelidad era un tema controversial en la sociedad francesa. Emma era una cantante de ópera y Claude un compositor y pianista reconocido, casado con Rosalie "Lilly" Texier, con quien tenía una hija. Se cree que la relación entre Emma y Claude inició en 1904, cuando se conocieron en una reunión de amigos. A partir de allí, su amor se intensificó y tras la muerte del padre de Emma, se mudaron juntos a una casa en la Rue de Londres en París. La relación entre Emma y Claude no fue fácil, pues la sociedad de la época no aceptaba las relaciones extramatrimoniales. Además, las finanzas de Debussy atravesaban una crisis, lo que causaba preocupación a Emma y generaba conflictos entre la pareja. Pese a todo, su relación perduró hasta la muerte de Debussy en 1918. Emma fue una gran influencia en su trabajo y en su última etapa creativa. El compositor escribió algunas de sus obras más importantes dedicadas a ella, como "La Mer" y "Jeux". Después de la muerte de Claude, Emma se dedicó a mantener y promover su legado. Fundó la Asociación Claude Debussy en 1920 y organizó numerosos conciertos con sus obras, además de publicar su correspondencia con el compositor. En resumen, la relación entre Emma Bardac y Claude Debussy fue intensa y tumultuosa, marcada por los desafíos de la época y las dificultades personales. Sin embargo, su amor e influencia mutua trascendió el tiempo y sigue siendo recordado como uno de los grandes romances de la cultura francesa.
