Sean Combs estaba en una cena de negocios en un exclusivo restaurante de Los Ángeles, cuando su mirada se posó en una bella mujer que estaba sentada en la mesa de al lado. Era Emma Heming, una modelo y actriz británica. Sean no pudo evitar fijarse en ella y, finalmente, decidió acercarse a su mesa para presentarse. Emma se mostró amable y simpática con él, y pronto comenzaron a conversar animadamente. Después de un rato charlando, Sean invitó a Emma a tomar una copa en el bar del restaurante. Y fue ahí, entre tragos y risas, que comenzaron a conocerse mejor y a sentir una fuerte atracción mutua. Desde entonces, Emma y Sean no se han separado nunca. Han formado una hermosa familia y han construido juntos una vida llena de amor, pasión y felicidad.