Adrienne Morrison y Eric Pinker se conocieron inesperadamente en el mismo curso de la universidad mientras cursaban la carrera de psicología. En esa ocasión, Adrienne causó una buena impresión en Eric, quien quedó asombrado por su belleza natural y su capacidad de análisis en las clases. Durante una clase de psicología experimental, Eric y Adrienne coincidieron en un grupo de investigación, lo que les permitió trabajar juntos en un proyecto. A medida que compartían sus ideas e inquietudes, descubrieron que tenían muchas cosas en común, su sentido del humor, su amor por la música y la literatura. A partir de entonces, comenzaron a verse fuera del aula y los proyectos de clase, lo que les llevó a conocerse mejor y establecer una relación afectiva que se fortaleció con el tiempo. Hoy en día, Eric y Adrienne están felizmente casados y continúan desarrollando sus estudios y proyectos en el campo de la psicología.
