Erika y Robert se conocieron en un viaje de negocios en Madrid. Ambos estaban asistiendo a una conferencia de tecnología y coincidieron en un taller sobre inteligencia artificial. Erika era la presentadora del taller y Robert era un participante entusiasta. Después de la sesión, Robert se acercó a Erika para felicitarla por su presentación y para preguntarle algunas preguntas adicionales sobre el tema. Erika quedó impresionada por la curiosidad y el conocimiento de Robert, y los dos comenzaron a hablar sobre tecnología y sus trabajos. Descubrieron que compartían un interés apasionado por el desarrollo de inteligencia artificial y pasaron horas hablando sobre sus proyectos y sus objetivos. Al final del viaje de negocios en Madrid, Erika y Robert ya se habían convertido en amigos cercanos. A partir de ese momento, Erika y Robert se mantuvieron en contacto regularmente. Continuaron compartiendo sus proyectos y sus éxitos, e incluso comenzaron a colaborar en algunos proyectos de inteligencia artificial. Su amistad floreció en una verdadera asociación profesional y personal, y ambos estuvieron orgullosos de haberse conocido en ese viaje de negocios en Madrid.
