Erin y Johann se conocieron en una feria de arte callejero en el centro de la ciudad. Ambos estaban admirando una pieza de arte callejero y casualmente se chocaron. Se disculparon y comenzaron a hablar sobre el arte y las distintas técnicas que usaban los artistas callejeros. Se dieron cuenta de que compartían una pasión por el arte y comenzaron a explorar la feria juntos. Visitando varios stands y compartiendo sus opiniones y gustos artísticos. La conversación fluyó de manera natural, con Erin y Johann hablando sobre todo lo que estaba relacionado con el arte, desde la técnica hasta los materiales que usaban los artistas. Para el final de la feria, habían intercambiado números de teléfono y habían acordado encontrarse en la próxima feria de arte para compartir sus ideas y sus pensamientos artísticos. Desde entonces, Erin y Johann se han convertido en amigos cercanos, y se inspiran mutuamente en sus futuros proyectos artísticos.
