La relación entre Eudokia Komnene y William VIII de Montpellier fue una historia de amor que tuvo lugar en el siglo XII. Eudokia era hija del emperador bizantino Juan II Comneno y su esposa, la princesa húngara Piroska, mientras que William era el conde de Montpellier, una ciudad en el sur de Francia. La historia dice que Eudokia fue enviada a Francia para casarse con un noble francés y sellar una alianza entre los dos países. Sin embargo, al conocer a William, ambos se enamoraron profundamente y comenzaron una relación secreta. Cuando el padre de Eudokia se enteró de esto, la envió de regreso a Constantinopla y prohibió a William volver a verla. A pesar de esta separación, la pareja siguió enamorada y mantuvo correspondencia durante años. Incluso después de casarse con otros, siguieron escribiéndose cartas de amor y poesía. Estas cartas se han conservado y son conocidas como las "Cartas de Eudokia y William". Aunque nunca pudieron estar juntos, la historia de su amor ha sido inmortalizada en la literatura y la cultura popular. La ciudad de Montpellier ha honrado a la pareja con una estatua en el centro de la ciudad.
