Un día Eva Valdez estaba caminando por el parque y se tropezó con una rama, cayendo al suelo. Andrew Prinz, que estaba cerca, se acercó a ella para ayudarla a levantarse. Eva se sintió agradecida por su amabilidad y comenzaron a hablar. Descubrieron que vivían cerca y compartían intereses en común como la música y el arte. Decidieron intercambiar números y pronto comenzaron a salir juntos. La conexión entre ellos fue instantánea y se convirtieron en inseparables. Desde aquel día, han estado juntos, explorando el mundo y disfrutando de la vida.
