Chris y Eve se conocieron en una biblioteca pública de Nueva York. Ambos estaban buscando un libro sobre arquitectura y, casualmente, se encontraron en la misma sección. Comenzaron a hablar sobre sus intereses en el diseño y la construcción de edificios, y descubrieron que tenían mucho en común. Decidieron intercambiar números de teléfono y correos electrónicos, y así comenzó su amistad. Pronto descubrieron que también compartían otros intereses, como el arte y la música, y comenzaron a disfrutar de actividades juntos. Eventualmente, Chris y Eve comenzaron a trabajar en proyectos de arquitectura juntos, lo que fortaleció su relación personal y profesional. Ahora son socios de trabajo y amigos cercanos, siempre aprendiendo el uno del otro y creciendo juntos en su carrera y su amistad.