Un día soleado en el parque, mientras Evgeniya caminaba con su perro, se encontró con Sergej, quien estaba practicando skateboarding. Ambos se sonrieron mutuamente y siguieron con sus actividades. Sin embargo, el destino tenía otros planes para ellos. Unos días después, mientras Evgeniya estaba sentada en una cafetería, reconoció a Sergej sentado en la mesa de al lado. Sin pensarlo dos veces, decidió acercarse y presentarse. Hablaron por horas y descubrieron que compartían intereses similares, como la música y el arte. Desde entonces, no se separan y disfrutan cada momento juntos.