Natsuhi y Federica-Trucchia se conocieron casualmente en una de las muchas fiestas que se organizan en la ciudad. Natsuhi estaba disfrutando de una cerveza cuando notó que alguien había pisado su pie accidentalmente. Al darse vuelta, se encontró cara a cara con Federica-Trucchia, quien se disculpó efusivamente por su error. A partir de ahí, comenzaron a conversar y descubrieron que compartían un interés en común por el arte. Pasaron el resto de la noche hablando sobre sus artistas favoritos y su pasión por la creatividad. Cuando se dieron cuenta, ya era tarde en la noche y la fiesta se había terminado. Intercambiaron números de teléfono y decidieron encontrarse de nuevo para visitar una galería juntos. Así comenzó una hermosa amistad entre Natsuhi y Federica-Trucchia, que se basó en su amor por el arte y su deseo de explorar la creatividad en todas sus formas.
