Giulietta Masina y Federico Fellini tuvieron una relación personal y profesional muy cercana. Se conocieron en 1945, cuando ella actuaba en una obra de teatro dirigida por Fellini, y se casaron en 1949 en una ceremonia secreta. Masina fue una actriz fundamental en la filmografía de Fellini, apareciendo en muchos de sus películas más populares, como "Las noches de Cabiria", "La Strada" y "Amarcord". La pareja trabajó juntos en más de una docena de películas, y Masina se convirtió en una musa y colaboradora esencial de la obra de Fellini. A pesar de su cercanía, la relación de la pareja no estuvo exenta de dificultades, y en algunos momentos del matrimonio, Fellini tuvo aventuras extramatrimoniales y lidió con problemas de adicción. A pesar de esto, la pareja permaneció unida y su relación profesional resultó en algunas de las películas más icónicas del cine italiano. Después de la muerte de Masina en 1994, Fellini quedó profundamente afectado y dedicó la película "Entrevista" a su memoria. La influencia y la colaboración de la pareja continúan siendo un aspecto importante del legado del cine italiano.