Federico II Gonzaga, duque de Mantua, contrajo matrimonio con Margarita Paleóloga en 1531. Margarita era la hija del marqués de Montferrato y la nieta del último emperador bizantino, Constantino XI Paleólogo. La unión entre Federico y Margarita fue arreglada por Carlos V, quien quería asegurar la lealtad de los Gonzaga en Italia. La pareja se casó en la ciudad de Casale Monferrato y se estableció en Mantua poco después. Margarita era descrita como una mujer culta y refinada, interesada en la literatura y las artes. Era una gran admiradora del poeta italiano Ludovico Ariosto y patrocinó su obra. También demostró un gran interés por la religión y la filosofía. Federico y Margarita tuvieron varios hijos juntos, aunque muchos de ellos murieron jóvenes. El matrimonio de Federico y Margarita dio lugar a una época dorada para la ciudad de Mantua, que prosperó tanto cultural como económicamente bajo su gobierno. Federico falleció en 1540, dejando a Margarita como la regente de Mantua mientras su hijo, Francesco III Gonzaga, crecía. Sin embargo, Margarita murió abruptamente en 1566, y su hijo Francesco heredó el ducado de Mantua.
