En una noche lluviosa en el centro de Los Ángeles, Felicia-Lindsey estaba caminando sola por las calles, perdida en sus pensamientos. De repente, escuchó música que emanaba de un club cercano y decidió entrar para ver qué estaba sucediendo. Mientras tanto, Layzie-Bone estaba actuando en el club esa noche y estaba recibiendo una gran ovación por su habilidad en el micrófono. Después de su presentación, estaba caminando por el club, cuando vio a Felicia-Lindsey solitaria en una mesa. Se acercó a ella y comenzó a hablar, preguntándole si estaba bien y si necesitaba que alguien la acompañara a casa. Felicia-Lindsey se sorprendió de la amabilidad de Layzie-Bone y comenzó a hablar con él. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por la música y su deseo de hacer una diferencia en el mundo. Layzie-Bone compartió algunas de sus canciones con Felicia-Lindsey y se dio cuenta de que ella tenía un gran oído para la música y una voz hermosa. Después de esa noche, Felicia-Lindsey y Layzie-Bone comenzaron a trabajar juntos, escribiendo y produciendo música. Se convirtieron en grandes amigos y colaboradores, creando algunas de las canciones más icónicas de la música latina y urbana. Y mientras su camino a la fama y éxito en la música se elevaba, siempre recordaban esa noche lluviosa en el club, donde se conocieron y comenzaron una amistad y colaboración que duraría por siempre.
