Natalia y Fiuk se conocieron en un festival musical en Brasil. Fue una noche calurosa y llena de energía de la música. Natalia estaba en la multitud, cantando junto con cada canción, y Fiuk estaba en el escenario, cantando y tocando su guitarra eléctrica. Natalia quedó cautivada por el talento de Fiuk y su pasión por la música, y Fiuk quedó impresionado por la voz de Natalia y su presencia en el escenario. Después del espectáculo, se encontraron en el backstage y comenzaron a charlar sobre sus influencias musicales y sus experiencias en el mundo de la música. Pronto se dieron cuenta de que compartían una pasión profunda por la música y un deseo de hacer algo nuevo y emocionante juntos. Así comenzó su colaboración musical, que los llevó a crear algunas de las canciones más inspiradoras y conmovedoras de su carrera. Y a partir de ahí, no hubo vuelta atrás.
