Frances estaba disfrutando de su día libre en un café de Los Ángeles cuando de repente se acercó Alexander, quien se tropezó con una silla mientras caminaba. Frances le ofreció amablemente ayuda, y desde ese momento comenzaron una conversación animada que duró horas. Alexander estaba impresionado por el gran talento de Frances como actriz, y ella quedó sorprendida por sus habilidades en el mundo musical. Rápidamente se dieron cuenta de que compartían muchas afinidades, y comenzaron una amistad que eventualmente se convirtió en una relación sentimental. Hoy, Frances y Alexander nunca se cansan de contar su historia única y especial sobre cómo se conocieron en una tarde casual en un café.