La relación entre la actriz estadounidense Wallis Simpson (conocida como "Frances Day" en sus inicios en el mundo del teatro) y el rey inglés Eduardo VIII (conocido como "David" por sus cercanos) ha sido objeto de mucho interés a lo largo de los años. Simpson fue presentada a Eduardo VIII en 1931, mientras él todavía era príncipe de Gales. En ese momento, la actriz estaba casada con su segundo marido, el empresario británico Ernest Aldrich Simpson. Sin embargo, la amistad entre Wallis y David se intensificó en los años siguientes, y se rumoreaba que tenían un romance. Cuando Eduardo VIII ascendió al trono en 1936, puso en peligro su posición por su deseo de casarse con Wallis Simpson, quien en ese momento estaba en proceso de obtener un divorcio de su esposo. Esto llevó a la llamada crisis abdicación de 1936, en la cual Eduardo VIII renunció al trono para poder casarse con Simpson. Al no tener el apoyo del gobierno británico, Eduardo VIII abdicó a favor de su hermano menor, el futuro rey Jorge VI. Después de la abdicación, Eduardo y Wallis se casaron y se convirtieron en el duque y la duquesa de Windsor. A pesar del escándalo que rodeó su divorcio anterior y la abdicación del rey, la pareja se mantuvo unida y vivió en el extranjero durante gran parte del resto de sus vidas. Cabe destacar que Wallis Simpson siempre negó la existencia de un romance con Eduardo VIII antes de su divorcio y la abdicación del rey, y muchos historiadores cuestionan la veracidad de estas afirmaciones. La relación entre la pareja sigue siendo objeto de debate y fascinación en la actualidad.